sábado, 7 de febrero de 2009

IV. EL INFORME (oct.2000)

- Permiso, buenas tardes
- Estoy ocupado!
- Es que...
- Te digo que estoy ocupado!!
- Pero profesor, necesito...
- Pucha que eres porfiado, en este momento no te puedo atender, ven otro día.

- ¡ Puta la huevá !
- ¿Qué te pasa viejito?
- Nada, es que este viejo me las tiene hinchadas con su forma de atenderlo a uno.
- Pero no te dai cuenta de que es así con todos, es medio lunático.
- Mira, yo he conocido huevones lunáticos y estoy seguro de que éste es un caso que escapa a las normas de los trastornos de la personalidad.
- Te apuesto que llegaste, abriste la puerta y entraste nomás. Así te echa cagando hasta el Papa.
- No huevón, si eso ya lo había hecho antes, y me quedó clarito que no tenía que hacerlo. Ahora estaba abierta la puerta y habían dos alumnas más adentro, y no me dejó ni decirle lo que quería.
- Bueno, es que a veces van donde el profe a puro preguntar huevadas.
- Pero yo no iba a preguntarle nada, sólo le iba a pedir un papel de mierda.?
- ¿Un confor

- No huevón, el informe curricular que tenía que haberme entregado cuando inscribí las asignaturas, y eso fue hace dos semanas.
- Pero ese papel es muy duro, usa confor.
- Ya puh! Deja de huevearme, que esto no es pa’ la risa.
- Pero anda a pedirlo a secretaría académica puh!, pa' qué te hacís problemas.
- Si ya fui como tres veces y no me pescan. Dicen que lo tiene el profe y que él tiene que pasármelo.
- O sea que te tienen pa'l hueveo.
- Eso es lo que te estoy diciendo hace rato, y por eso es que ando urgío.
- Sí, te cacho, porque a mí también me ha pasado con ese profe, parece que es un problema de géneros.
- Sí puh! De mezclilla, de cotelé, o de cualquiera que sirva para hacer faldas.
- Onda discriminación sexual.
- Sure.
- ¿Pero pa’ qué te sirve el informe? Si al final uno ni lo pesca, total aprobando los ramos...
- Pa’ mostrárselo a mi polola.
- O sea que es con informe la cosa. Onda ¡Tráeme el informe primero!
- Córtala puh!, me refiero al informe. Quiere comprobar que aprobé todo. Cree que me dedico a puro huevear aquí.
- Y voz soi superman.
- ¿Cómo superman?
- ¡Super mangoneado! Si te anda controlando hasta las notas.
- No se trata de eso. Sólo se preocupa por mí.
- Pero nunca tanto como pa’ que le rindai cuentas.
- Nunca tanto. Pero desde que me eché la carrera anterior mi vieja empezó a huevearme con ella. Dice que no me deja estudiar.
- Pero si las viejas siempre sacan conclusiones mas cuáticas.
- Sí puh. Siempre te va mal por los amigos o por las minas, nunca es por razones de aptitud o psicológicas.
- Hay que entender también que esa generación ni conocía esa palabra.
- Claro, y este profe es de esa generación. Donde la psicología sólo la aprendieron para los certámenes.
- Claro, si se formaron en una sociedad donde los alumnos de la U eran niños. Cacha que entraban sin mayoría de edad y sin ser ciudadanos, o sea no eran más que pendejos.
- Sí, y los profes de la época los trataban como adultos.
- Las contradicciones de la vida. Ahora que entramos a la U con mayoría de edad y como ciudadanos, nos tratan como pendejos.
- Sí, y además cuando ellos eran niños iban a escuelas donde el profesor se llamaba “Tablazo en el Culo”.
- Hay que entenderlos también, tienen sus rollos los viejos.
- Pero qué culpa tengo yo. Además esta cuestión es bien simple: si te pagan, haz tu trabajo; si no te gusta tu trabajo, ándate pa’ la casa.
- Bueno vámonos a clase mejor, mira que si te la perdís te va a ir mal y no va a ser por problemas psicológicos.
- No puh, va a ser por culpa de este viejo, que ya me echó a perder el día otra vez. No vamos a ni una parte a huevear mejor.
- No, vamos pero donde la Tita, y me seguís contando tus penas.
- Ya no más, mira que así se aprende mejor de la vida, más que escuchando a estos viejos que nos traspasan su lata. Y pensar que vamos a andar igual nosostros….

No hay comentarios: