sábado, 7 de febrero de 2009

II. SEMINARIO EN VACACIONES: lo que no se dijo (ago.2000)

Sucede que las carreras de la infancia tienen como asignatura constante en cada semestre, la mal llamada "Conferencias y Seminario", que consiste en asistir a 4 conferencias y un seminario, y que debiera llamarse algo como Formación Integral (u Holística) del Profesor como facilitador y motivador, y que en ella, entre otras cosas, se asista a diversas conferencias organizadas, tanto por los profesores como por los alumnos, y en la que se generen espacios de acción, "como un ámbito de ampliación de las capacidades de hacer en la reflexión sobre ese hacer como parte del vivir que se vive y se desea vivir" (Maturana R., Humberto; 1995), ya que es esa la finalidad de la asignatura. De otra manera, las asignaturas como Metodología de la Enseñanza de la Matemática, por ejemplo, se debería llamar "Estudio de Piaget y construcción de láminas y materiales didácticos diversos".

Ahora bien, lo que me motiva a dirigirme a quien esté aburrido mirando el desorden de estos ficheros, y que desee leer algo más que avisos de fechas pasadas, es compartir mi experiencia trascendental, cuasi mística, la de asistir a un seminario en vacaciones, el que debió hacerse durante el semestre y que por razones que desconozco no se hizo en el plazo esperado, convocándosenos a asistir en pleno periodo de vacaciones. Dentro de las cosas que me hicieron esperar con ansias aquel día, conspiraron para mi inquietud el no saber la hora ni el lugar de aquel evento, datos que se proporcionaron durante la semana previa al encuentro instruccional, semana en que, obviamente, la facultad es visitada por centenares de alumnos que no trepidan en ocultar sus ansias por retornar a clases.

Empero, lo que realmente me conmovía era el sugerente e intrigante título del seminario; algo jamás antes conocido; jamás antes transmitido en programa de televisión alguno; jamás antes discutido en sala alguna; "PREVENSION DEL CONSUMO DE DROGAS". Sin duda que una vez publicado el aviso del evento, por los pasillos se sentía un aire de regocijo, el que acusaban los brillantes ojos de quienes debían asistir.

Bueno, llegó el día “D”. Recuerdo que llovía de manera particularmente húmeda, donde cada gota se aseguraba de impregnar cada espacio de nuestros atavíos, haciéndonos llegar felizmente mojados a un auditorio que nos esperaba "abigorratado" de un público que, copando hasta las escalinatas, no dejaba de sorprenderse de las comodidades procuradas para tal evento. Era el Aula Nº 2 del plato, que sin duda no tenía las comodidades que ofrecía, a esa hora, el vacío Auditorio de Lenguas, pero que no mermó el apetito cultural de los estudiantes y la expectación por escuchar las tres ponencias organizadas por los profesores responsables. El "Foro-Panel", de acuerdo al programa, debía comenzar a las 11:00 hrs., extendiéndose por 20 minutos cada ponencia, hasta llegar a las 12:00 hrs., para dar paso a media hora en la que los alumnos podían participar con consultas y comentarios, para culminar con 10 minutos por cada panelista para responder y/o sintetizar. Así culminaría, a las 13.00 hrs., este peculiar seminario de dos horas que tanto trabajo dio a los organizadores, quienes, me imagino, dedicaron largas horas de comité creativo, afinando cada detalle para que resultase un magno evento, digno de llamarse un seminario para estudiantes de la Facultad de Educación, la misma que puso en marcha el Proyecto Integral de Formación Inicial de Profesores.

Bueno, como era de esperar, los programas se hicieron para ser modificados. Y por algún motivo, tal vez la visible comodidad de la audiencia, las ponencias se extendieron hasta las 12:50, quedando sólo 10 minutos para los comentarios y consultas. De esta forma quedaba de manifiesto el real grado de consideración hacia los estudiantes que tienen una gran parte de los docentes, relegándonos a un tiempo de participación del 4% del tiempo total (120 minutos).

Respecto del desarrollo del tema, y por razones obvias, no existieron mayores observaciones, echándose de menos un plenario en el que existiera la posibilidad de expresar algunas conclusiones. En ves de ello hubo un trabajo de talleres muy peculiar. Sin la presencia de los expositores, los alumnos debieron desarrollar una guía en grupos, donde debían llevar a la práctica habilidades y competencias que serían desarrolladas, según la malla curricular, desde el 3er año, en circunstancias que eran estudiantes de 1º y 2º año.

Y es entonces que me permito dar a conocer parte de lo que, por razones de tiempo, no se dijo en el plenario que nunca se realizó.

Si bien, los antecedentes que se vertieron en las tres ponencias no dejaban de ser interesantes, no constituían un material novedoso que permitiera plantearnos una perspectiva distinta a las que constantemente se muestran en los programas de televisión, que no son pocos, sobre las formas de prevenir el consumo de estupefacientes. De tal manera que no sorprende que no se mencionara alguna página web en la que se pudiera recabar información al respecto, acusando la escasa actualización y dedicación de quienes expusieron, pretendiendo ser los únicos capaces de dictar cátedra y las únicas fuentes de información posibles, presentándose como la panacea en temas valóricos, sin mencionar autor alguno que propusiera otros enfoques.

Sobre esto último fue que hice hincapié en mi breve exposición, dejando en la retina de los demás estudiantes palabras e ideas de Humberto Maturana R., quien por un infortunio lleva el mismo apellido de un docente de esta casa de estudios.

En la oportunidad propuse una forma alternativa, no excluyente de lo propuesto por los docentes, para abordar este grave problema social, y que se refiere a la educación y formación de una conducta social en el amor, como se plantea en el libro "Amor y Juego: fundamentos olvidados de los humano" (155.418 M437), y que, entre muchas otras cosas dice lo siguiente:

"El niño que no vive su infancia temprana en una relación de total confianza y aceptación en un encuentro corporal íntimo con su madre (sea este hombre o mujer a cargo de la crianza), no se desarrolla propiamente como un ser social bien integrado" (Verden-Zöller y Maturana).

Es decir, sólo en una relación entre padres e hijos en el amor, podrá forjarse una cultura del autorrespeto y respeto por el otro, entendiendo el amor desde la perspectiva de Maturana, como una conducta que constituye a otro como un legítimo otro en coexistencia con uno.

Al respecto, también, la psicóloga española Beatriz Moragues dice que "La Autoestima es la visión más profunda que cada cual tiene de sí mismo, es posiblemente la raíz de la mayor parte de los conflictos y problemas que sufre el ser humano. De tal manera que el concepto que vamos a tener de nosotros mismos a lo largo de la vida, se forja en la infancia, eso hace que sea sumamente importante que los niños reciban mensajes positivos sobre su persona y sobre la vida en general, sin necesidad de engañarles ni mentirles, porque lo que aprendan que "son" o "no son" va a facilitarles o a impedirles que se conviertan en adultos sanos, realizados y felices."

De esta manera he dejado en vuestras manos una reflexión más extensa de lo que yo mismo esperaba, y que no podía dejar de publicar, puesto que, de alguna manera, debe ser conocido el pensamiento de los alumnos que tengan algo que decir.

Sólo espero que los comentarios y/o críticas me las hagan llegar en forma personal o de otra manera, procurando no ensuciar mucho estas hojas.

He quedado en deuda con el análisis del seminario dirigido a los estudiantes de 3º y 4º año, para lo cual me encuentro recabando antecedentes, y que, como anticipo, les puedo contar que no fue muy distinto de lo antes relatado.

Me despido no sin antes transcribir una frase de Celedonio Castanedo, quien en la primera página de su libro "Terapia Gestalt: enfoque del aquí y del ahora" dice "Mucho he aprendido de mis profesores, también de mis colegas y más que de nadie de mis estudiantes."

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