sábado, 7 de febrero de 2009

DESAGRAVIO POR UNA PUBLICACIÓN DELEZNABLE (dic.2002)

Mil disculpas a los distinguidos docentes de esta facultad. Damas y caballeros. Estudiantes y estudiantas. En fin, a todos aquellos que se sintieron, de alguna manera, agredidos, o que vieron agraviada su protegida y diariamente defendida moral.

A todos aquellos que sintieron dañado, de una u otra forma, su enriquecido registro lingüístico, mil disculpas.

Me permito advertirles, aunque de forma absolutamente extemporánea, que mis escritos, a veces, suelen graficar o expresar emociones y vivencias propias de alguien que ha pululado, cual alma en pena, por diversas ramas de este añoso, y no menos frondoso árbol llamado universidad.
Que duda cabe de que me estoy refiriendo a una de las conversaciones de pasillo publicadas, impertinentemente, en un fichero.

Al participarles a ustedes de una conversación que debió ser confidencial, y que no vi dolo alguno al momento de publicarla, no podía suponer que el lenguaje usado por dos personajes que se suponen estudiantes, iba a llegar a ser considerado burdo por algunas eminencias de la lengua española, y que, sin mediar aviso, se pasean sin darnos la oportunidad de conocerlos en plenitud. Me imagino sus conversaciones. Cuán ricas en epítetos y adjetivos calificativos, así como en expresiones de jolgorio y cólera, serán aquellos coloquios entre tales diccionarios bípedos.

Quizás, pensando también en quienes siendo legos en temas lingüísticos rasgaron vestiduras, defendiendo el idiosincrático léxico del estudiante de pregrado, debí haber dejado constancia, previamente, de que no se trataba precisamente de una conversación entre dos monjas descalzas, ni de dos embajadores en una cumbre, ni de dos médicos en el quirófano. Aunque me imagino, con mucha suspicacia, sus expresiones cuando, por ejemplo, una de las monjas descalzas pisa una piedrecilla; o cuando un embajador no logra cumplir con su cometido; o cuando uno de los médicos, accidentalmente, se corta mientras pensaba en su suegra.

Sólo me queda pedirles disculpas por mi atrevimiento. Debí haber buscado otra instancia para publicar, u otro lugar para participarles algo. Quizás una micro, una pared o un baño; a lo mejor ni siquiera debí publicarlo.

Creo que el daño causado no tiene enmienda posible. Y, por lo tanto, debo pedir perdón. Perdón por escribir lo que sentía, y no hacerlo pensando en lo que cada uno de ustedes sentiría.

I. NO SE ME OCURRE NADA (OCT.2000)

¿Microcuento?, ¿minicuento?, ¿cuentocorto?. ¿Cómo puedo escribir algo que diga algo, que no sea poco y que sin embargo sea corto?. Sólo recuerdo algo que leí por accidente, de ese que se hace llamar Nicanor, algo que decía "mi discurso es malo, pero corto". Lo encontré genial, demasiado genial para que él la inventara. ¿Por qué no se me ocurrió a mí?. Sin embargo se le ocurrió a ése, ése que es un aparecido, porque no nació, ya que para nacer se deben unir dos personas, y él vive hablando de las personas que se separan, que se enfrentan, que se confrontan. Para nacer se deben unir los óvulos con los sémenes, y eso sólo se da por placer, y ése nació por fuerza, o forceps, porque la naturaleza lo forzó a nacer, o las editoriales lo necesitaban para poner su fea foto en las contratapas. No sé.
¿Por qué no se me ocurrió a mí algo tan genial?, ¿será porque no soy él? De ser así sería él quien me citara. No sé. Pero necesito escribir algo, y no puedo escribir nada. Por suerte necesito escribir un cuentito, y no una novela.
Sólo espero que el Nicanor no lea esto, que ningún chileno le valla con el cuento, ya que estoy usando palabras suyas sin pagar derecho de autor. Yo, que no puedo juntar dos frases. Claro, ¿qué hago con dos frases?. ¿Decirle a mi profe: No la hice, déme plazo?. Tengo que unir más frases, o me rajará igual; más frases para decirle por qué no hice mi tarea y que lo lograré si me da más tiempo.
Por qué no se me ocurre nada?.

II. SEMINARIO EN VACACIONES: lo que no se dijo (ago.2000)

Sucede que las carreras de la infancia tienen como asignatura constante en cada semestre, la mal llamada "Conferencias y Seminario", que consiste en asistir a 4 conferencias y un seminario, y que debiera llamarse algo como Formación Integral (u Holística) del Profesor como facilitador y motivador, y que en ella, entre otras cosas, se asista a diversas conferencias organizadas, tanto por los profesores como por los alumnos, y en la que se generen espacios de acción, "como un ámbito de ampliación de las capacidades de hacer en la reflexión sobre ese hacer como parte del vivir que se vive y se desea vivir" (Maturana R., Humberto; 1995), ya que es esa la finalidad de la asignatura. De otra manera, las asignaturas como Metodología de la Enseñanza de la Matemática, por ejemplo, se debería llamar "Estudio de Piaget y construcción de láminas y materiales didácticos diversos".

Ahora bien, lo que me motiva a dirigirme a quien esté aburrido mirando el desorden de estos ficheros, y que desee leer algo más que avisos de fechas pasadas, es compartir mi experiencia trascendental, cuasi mística, la de asistir a un seminario en vacaciones, el que debió hacerse durante el semestre y que por razones que desconozco no se hizo en el plazo esperado, convocándosenos a asistir en pleno periodo de vacaciones. Dentro de las cosas que me hicieron esperar con ansias aquel día, conspiraron para mi inquietud el no saber la hora ni el lugar de aquel evento, datos que se proporcionaron durante la semana previa al encuentro instruccional, semana en que, obviamente, la facultad es visitada por centenares de alumnos que no trepidan en ocultar sus ansias por retornar a clases.

Empero, lo que realmente me conmovía era el sugerente e intrigante título del seminario; algo jamás antes conocido; jamás antes transmitido en programa de televisión alguno; jamás antes discutido en sala alguna; "PREVENSION DEL CONSUMO DE DROGAS". Sin duda que una vez publicado el aviso del evento, por los pasillos se sentía un aire de regocijo, el que acusaban los brillantes ojos de quienes debían asistir.

Bueno, llegó el día “D”. Recuerdo que llovía de manera particularmente húmeda, donde cada gota se aseguraba de impregnar cada espacio de nuestros atavíos, haciéndonos llegar felizmente mojados a un auditorio que nos esperaba "abigorratado" de un público que, copando hasta las escalinatas, no dejaba de sorprenderse de las comodidades procuradas para tal evento. Era el Aula Nº 2 del plato, que sin duda no tenía las comodidades que ofrecía, a esa hora, el vacío Auditorio de Lenguas, pero que no mermó el apetito cultural de los estudiantes y la expectación por escuchar las tres ponencias organizadas por los profesores responsables. El "Foro-Panel", de acuerdo al programa, debía comenzar a las 11:00 hrs., extendiéndose por 20 minutos cada ponencia, hasta llegar a las 12:00 hrs., para dar paso a media hora en la que los alumnos podían participar con consultas y comentarios, para culminar con 10 minutos por cada panelista para responder y/o sintetizar. Así culminaría, a las 13.00 hrs., este peculiar seminario de dos horas que tanto trabajo dio a los organizadores, quienes, me imagino, dedicaron largas horas de comité creativo, afinando cada detalle para que resultase un magno evento, digno de llamarse un seminario para estudiantes de la Facultad de Educación, la misma que puso en marcha el Proyecto Integral de Formación Inicial de Profesores.

Bueno, como era de esperar, los programas se hicieron para ser modificados. Y por algún motivo, tal vez la visible comodidad de la audiencia, las ponencias se extendieron hasta las 12:50, quedando sólo 10 minutos para los comentarios y consultas. De esta forma quedaba de manifiesto el real grado de consideración hacia los estudiantes que tienen una gran parte de los docentes, relegándonos a un tiempo de participación del 4% del tiempo total (120 minutos).

Respecto del desarrollo del tema, y por razones obvias, no existieron mayores observaciones, echándose de menos un plenario en el que existiera la posibilidad de expresar algunas conclusiones. En ves de ello hubo un trabajo de talleres muy peculiar. Sin la presencia de los expositores, los alumnos debieron desarrollar una guía en grupos, donde debían llevar a la práctica habilidades y competencias que serían desarrolladas, según la malla curricular, desde el 3er año, en circunstancias que eran estudiantes de 1º y 2º año.

Y es entonces que me permito dar a conocer parte de lo que, por razones de tiempo, no se dijo en el plenario que nunca se realizó.

Si bien, los antecedentes que se vertieron en las tres ponencias no dejaban de ser interesantes, no constituían un material novedoso que permitiera plantearnos una perspectiva distinta a las que constantemente se muestran en los programas de televisión, que no son pocos, sobre las formas de prevenir el consumo de estupefacientes. De tal manera que no sorprende que no se mencionara alguna página web en la que se pudiera recabar información al respecto, acusando la escasa actualización y dedicación de quienes expusieron, pretendiendo ser los únicos capaces de dictar cátedra y las únicas fuentes de información posibles, presentándose como la panacea en temas valóricos, sin mencionar autor alguno que propusiera otros enfoques.

Sobre esto último fue que hice hincapié en mi breve exposición, dejando en la retina de los demás estudiantes palabras e ideas de Humberto Maturana R., quien por un infortunio lleva el mismo apellido de un docente de esta casa de estudios.

En la oportunidad propuse una forma alternativa, no excluyente de lo propuesto por los docentes, para abordar este grave problema social, y que se refiere a la educación y formación de una conducta social en el amor, como se plantea en el libro "Amor y Juego: fundamentos olvidados de los humano" (155.418 M437), y que, entre muchas otras cosas dice lo siguiente:

"El niño que no vive su infancia temprana en una relación de total confianza y aceptación en un encuentro corporal íntimo con su madre (sea este hombre o mujer a cargo de la crianza), no se desarrolla propiamente como un ser social bien integrado" (Verden-Zöller y Maturana).

Es decir, sólo en una relación entre padres e hijos en el amor, podrá forjarse una cultura del autorrespeto y respeto por el otro, entendiendo el amor desde la perspectiva de Maturana, como una conducta que constituye a otro como un legítimo otro en coexistencia con uno.

Al respecto, también, la psicóloga española Beatriz Moragues dice que "La Autoestima es la visión más profunda que cada cual tiene de sí mismo, es posiblemente la raíz de la mayor parte de los conflictos y problemas que sufre el ser humano. De tal manera que el concepto que vamos a tener de nosotros mismos a lo largo de la vida, se forja en la infancia, eso hace que sea sumamente importante que los niños reciban mensajes positivos sobre su persona y sobre la vida en general, sin necesidad de engañarles ni mentirles, porque lo que aprendan que "son" o "no son" va a facilitarles o a impedirles que se conviertan en adultos sanos, realizados y felices."

De esta manera he dejado en vuestras manos una reflexión más extensa de lo que yo mismo esperaba, y que no podía dejar de publicar, puesto que, de alguna manera, debe ser conocido el pensamiento de los alumnos que tengan algo que decir.

Sólo espero que los comentarios y/o críticas me las hagan llegar en forma personal o de otra manera, procurando no ensuciar mucho estas hojas.

He quedado en deuda con el análisis del seminario dirigido a los estudiantes de 3º y 4º año, para lo cual me encuentro recabando antecedentes, y que, como anticipo, les puedo contar que no fue muy distinto de lo antes relatado.

Me despido no sin antes transcribir una frase de Celedonio Castanedo, quien en la primera página de su libro "Terapia Gestalt: enfoque del aquí y del ahora" dice "Mucho he aprendido de mis profesores, también de mis colegas y más que de nadie de mis estudiantes."

III. ...DE DUDOSA CALIDAD (Un congreso muy especial) (sep.2000)

Fue un momento de gran jolgorio el que viví cuando bajaron a mí, claro que de una forma muy irregular, las resoluciones del congreso, no las del ’98, el nacional de estudiantes (porque esas nunca salieron), sino que el de mayo de este año. ¿Se acuerdan de ése que hasta el decano andaba invitando?. Claro, si lo organizaban los mismos que le toman la facu cada año. Había que “llevarles las de abajo”. Aunque me hubiese gustado que bajaran por conducto regular. Pero aquellos conductos funcionan en forma muy irregular, como aquellos conductos que constantemente se saturan en los baños de las mujeres (parece que hay algunas que aún no aprenden a usarlo).

Aquel documento, cuasi bíblico, cuasi un tratado de políticas educacionales; solo comparable a los primeros escritos llenos de entusiasmo adolescente del joven Miguel, de esos que provocaban la hilaridad de don Edgardo. Aquel documento que tiene hasta el aroma del ambiente donde fue malredactado, el que evoca esas tardes en la Tita, nos muestra con gran precisión verdades indiscutibles. Como lo dicen sus conclusiones, “la docencia de la facultad es de dudosa calidad”

La calidad de la formación de los profesores no es de lo mejor. Qué duda cabe.

Tienen mucha razón. Y creo que se quedaron cortos, casi se quedaron en aspectos domésticos, aprovechando de repetir cánticos que se vienen entonando desde los tiempos en que varios profes de aquí alegaban por la lata que les daban los que ahora son sus colegas, esos infaltables apernados que profitan de nuestra Alma Máter, la que debe comprar sus libros insulsos para guardarlos en biblioteca (hay uno que tiene como 20 ejemplares iguales, y no los lee nadie)...y se llenan la boca con su “publicación”. No son todos. Por suerte (lo digo para que no se me sienta mal un profesor que está leyendo esto).

Retomando, creo que se quedaron cortos los cabros, en muchas cosas. Pero en lo que sí se pasaron fue en llamarle “Congreso” a una reunión prepactada de vocerillos que no representaban a nadie, sino que a sus propios intereses; o a los de su partido, colectivo, agrupación, engranaje, o como quieran llamarlo. Me recordaban aquellas reuniones del Comité Comunal, donde cada célula iba con la máquina listita para aplastar al macuco que se había puesto amarillento.
Quizás si hubiesen regulado su constitución, con representantes reales por cada carrera (con una opinión acabada), habrían salido temas que sí son preocupantes, como el funcionamiento de los consejos de carrera y el de los comités de docencia (que son dos cosas muy distintas), y que es nuestro deber velar por su funcionamiento, su correcto funcionamiento, con representantes de los últimos semestres, y no con mechones o alumnos de segundo que son invitados por los jefes de carrera, lo que ocurre en algunas carreras (para que no se me sienta mal otra vez, profesor)

A lo mejor hubiesen sido considerados el tema del creditaje, el que no tienen claro la mayoría de los estudiantes, y que se refiere a “1 crédito = 1 hora” (Saquen cuentas chiquillos, y vayan a cobrar sus créditos adeudados en caja). Existe una carrera que tiene que hacer pasantías de 4 horas semanales, y le significan 0 créditos. ¡Qué bonito ¿no?!.

Ya lo ven, dos cabezas piensan más que una. Aunque a veces los árboles no dejan ver el bosque, como ese bosque de estantes dentro de los cuales se almacenan cual “X Files” los resultados de las evaluaciones hechas por los alumnos a los profesores, los mismos que no trepidan en publicar los resultados de sus alumnos aún cuando éstos le sugieran absoluta reserva (pa’ que no sepan las pololas, si es que les va mal). Hasta el momento no se sabe qué pasa cada año con quienes resultan mal evaluados, sólo se han visto cambios de instrumento, pero eso no basta. Empecemos por dar el ejemplo, y después hablamos de evaluación de pares, autoevaluación, evaluación psicométrica, edumétrica, etcétera, etcétera, etcétera, (usted sabe, profe).

Faltó el tema del Congelamiento de la planta docente en la Universidad, esa normativa que dificulta la renovación de una generación que es como el Bam-Bam (fueron grandes, pero hay que darle el paso a la gente nueva, esa con ganas de innovar), normativa que permite la existencia de profes como los que todos conocen, pero que no menciono para darme el gusto de seguirles escribiendo (...irreverente pero no huevón).

Es decir, faltaron los famosos “temas que le interesan a la gente”.

Concluyendo, fue un congreso “de dudosa calidad”, es decir, “...Emífero”.

IV. EL INFORME (oct.2000)

- Permiso, buenas tardes
- Estoy ocupado!
- Es que...
- Te digo que estoy ocupado!!
- Pero profesor, necesito...
- Pucha que eres porfiado, en este momento no te puedo atender, ven otro día.

- ¡ Puta la huevá !
- ¿Qué te pasa viejito?
- Nada, es que este viejo me las tiene hinchadas con su forma de atenderlo a uno.
- Pero no te dai cuenta de que es así con todos, es medio lunático.
- Mira, yo he conocido huevones lunáticos y estoy seguro de que éste es un caso que escapa a las normas de los trastornos de la personalidad.
- Te apuesto que llegaste, abriste la puerta y entraste nomás. Así te echa cagando hasta el Papa.
- No huevón, si eso ya lo había hecho antes, y me quedó clarito que no tenía que hacerlo. Ahora estaba abierta la puerta y habían dos alumnas más adentro, y no me dejó ni decirle lo que quería.
- Bueno, es que a veces van donde el profe a puro preguntar huevadas.
- Pero yo no iba a preguntarle nada, sólo le iba a pedir un papel de mierda.?
- ¿Un confor

- No huevón, el informe curricular que tenía que haberme entregado cuando inscribí las asignaturas, y eso fue hace dos semanas.
- Pero ese papel es muy duro, usa confor.
- Ya puh! Deja de huevearme, que esto no es pa’ la risa.
- Pero anda a pedirlo a secretaría académica puh!, pa' qué te hacís problemas.
- Si ya fui como tres veces y no me pescan. Dicen que lo tiene el profe y que él tiene que pasármelo.
- O sea que te tienen pa'l hueveo.
- Eso es lo que te estoy diciendo hace rato, y por eso es que ando urgío.
- Sí, te cacho, porque a mí también me ha pasado con ese profe, parece que es un problema de géneros.
- Sí puh! De mezclilla, de cotelé, o de cualquiera que sirva para hacer faldas.
- Onda discriminación sexual.
- Sure.
- ¿Pero pa’ qué te sirve el informe? Si al final uno ni lo pesca, total aprobando los ramos...
- Pa’ mostrárselo a mi polola.
- O sea que es con informe la cosa. Onda ¡Tráeme el informe primero!
- Córtala puh!, me refiero al informe. Quiere comprobar que aprobé todo. Cree que me dedico a puro huevear aquí.
- Y voz soi superman.
- ¿Cómo superman?
- ¡Super mangoneado! Si te anda controlando hasta las notas.
- No se trata de eso. Sólo se preocupa por mí.
- Pero nunca tanto como pa’ que le rindai cuentas.
- Nunca tanto. Pero desde que me eché la carrera anterior mi vieja empezó a huevearme con ella. Dice que no me deja estudiar.
- Pero si las viejas siempre sacan conclusiones mas cuáticas.
- Sí puh. Siempre te va mal por los amigos o por las minas, nunca es por razones de aptitud o psicológicas.
- Hay que entender también que esa generación ni conocía esa palabra.
- Claro, y este profe es de esa generación. Donde la psicología sólo la aprendieron para los certámenes.
- Claro, si se formaron en una sociedad donde los alumnos de la U eran niños. Cacha que entraban sin mayoría de edad y sin ser ciudadanos, o sea no eran más que pendejos.
- Sí, y los profes de la época los trataban como adultos.
- Las contradicciones de la vida. Ahora que entramos a la U con mayoría de edad y como ciudadanos, nos tratan como pendejos.
- Sí, y además cuando ellos eran niños iban a escuelas donde el profesor se llamaba “Tablazo en el Culo”.
- Hay que entenderlos también, tienen sus rollos los viejos.
- Pero qué culpa tengo yo. Además esta cuestión es bien simple: si te pagan, haz tu trabajo; si no te gusta tu trabajo, ándate pa’ la casa.
- Bueno vámonos a clase mejor, mira que si te la perdís te va a ir mal y no va a ser por problemas psicológicos.
- No puh, va a ser por culpa de este viejo, que ya me echó a perder el día otra vez. No vamos a ni una parte a huevear mejor.
- No, vamos pero donde la Tita, y me seguís contando tus penas.
- Ya no más, mira que así se aprende mejor de la vida, más que escuchando a estos viejos que nos traspasan su lata. Y pensar que vamos a andar igual nosostros….

V. LA EVALUACION (nov.2000)

HORROROSO! HORROROSO!
(Corría, exaltado, por los pasillos de la facultad. Con un papel blanco en la mano derecha; con la otra se agarraba la cabeza. Entraba a oficinas. Poseído por una extraña mezcla de ganas de gritar y reírse. Bajaba y subía las escaleras, murmurando, con un grito reprimido, HORROROSO! Con una cara de ¡Exijo una explicación!)

Qué le pasa profe?

Chis! Qué no me pasa! Mira cómo me evaluaron (con la hojita en la mano, e indicando, a golpes en la misma, el punto crítico)

Y esos de qué carrera eran?

Si eso no importa. Tomaron el instrumento para la chacota y me fregaron a mí. Ahora me voy a ver a la dirección de docencia si es que hay algún error. HORROROSO! (salió nuevamente, corriendo por los pasillos)

- Y a este otro, qué le pasa?
- No supiste?
- No puh, cuenta, que la escurría es gratis!
- El pobre, de un día para otro, pasó al equipo de los irresponsables de la U.
- Por qué?
- Porque salieron los resultados de la evaluación.
- No huevís que lo tiraron a partir?
- Exactamente. Hubo una carrera que lo calificó con nota 1 en el punto de asistencia a clases, y atención de alumnos.
- Pero eso tiene que haber sido por huevear. Tú sabís como son algunos cabros; como el profe se muestra buena onda en clases ...
- Sí puh, pero se trata de un proceso serio de evaluación.
- Qué serio ni que ocho cuartos! Si nadie pesca esas huevada; o vos hai evaluado objetivamente?
- Bueno ... no puh. Son tan falsos como las peleas de la WWF
- Cachai. Si han cambiado cada año de instrumento.
- La verdad es que los estudiantes no están ni ahí con las evaluaciones mulas.
- Si puh. Si sólo estuvieran validadas. O con un sistema que seleccionara las muestras, para evitar distorsiones.
- Ese es un problema aparte. Lo que me preocupa es que con esto se libran aquellos que pueden haber salido mal evaluados con razón.
- Claro, y se van a sacar el pillo con este caso. Si esos viejos siempre se salvan.
- Lo que tienen que hacer los macucos es diseñar un instrumento validado. Luego difundir en los alumnos la idea de la seriedad, para permitir resultados objetivos.
- Suena bonito huevón, pero te olvidai de algo.
- De qué?
- Precisamente de eso último, de los resultados. Qué hacer con ellos.
- Bueno ese tema se ha discutido mucho. Hace años que lo he escuchado en reuniones, y siempre se dice lo mismo, se defiende la privacidad de los profes.
- Pero cómo es posible que uno participe de un proceso de evaluación y no pueda conocer los resultados que se obtuvieron con su opinión?
- De la misma manera que son posibles un montón de irregularidades en la U, voz cachai puh.
- Sure. Así pasa cuando una empresa que comenzó como una familia, llena de parientes y amigos apitutados, mantiene estatutos que no se condicen con una empresa que cada vez más se parece a cualquier privada que ofrece servicios y productos.
- Linda la empresa privada. Se supone que el cliente siempre tiene la razón, y aquí los clientes nunca tienen la razón.
- Cachai que con el numerito de esos cabros, los profes justifican esa tesis.
- Claro. Ya me los imagino diciendo “estos cabros de mierda se dedican a puro huevear, y quieren participar del gobierno estudiantil”.
- Si tan sólo los alumnos supieran que deben asumir la responsabilidad de ser estudiante universitario; que no es como en el liceo; aquí podemos darnos a respetar.
- Pero explícale eso a los que llegan a puro firmar a la sala, o a los que no llegan nunca y después andan chuplicando cuando están NCR.
- Y ésos mismos son los que andan alegando por asistencia libre y cátedras paralelas.
- Sí puh, no sé pa’ qué si ni pescan las clases. Y huevean contra los consejos de carrera por que no los pescan en sus peticiones.
- Lo más terrible es que no tienen ni idea de qué se trata el consejo ni el comité de docencia.
- Se supone que es allí, en el consejo, donde se deben tratar problemas de profes vacunas.
- Sí puh, y este profe no era de esos, y hasta lo que yo sé, no había acusaciones previas contra él.
- Cachai que con este condoro el sistema se fue a las pailas.
- Hay que establecer ciertas características de las muestras. No puede evaluar cualquier huevón.
- Sí puh, por ejemplo restringirlo a los alumnos de mayor asistencia, y excluir a los que presentan rendimientos bajos extremos, voz cachai.
- Es posible, pero creo que lo principal es que los estudiantes se pongan las pilas y se comporten como lo que tanto defienden, como adultos.
- Tú lo has dicho. Y, cambiando de tema, viste la ultima pelea de La Roca?
- Sí. Cómo pega ese h....

VI. OLA HI, OLA HO, DE PASEO VAMOS YA!: Visita a Copiulemu (nov.2000)

Sin duda que entre las actividades que uno desarrolla durante la carrera, una de las más gratificantes y significativas son las salidas a terreno. Estas experiencias aportan información importante para reafirmar o comparar con los datos entregados en el aula. Y es así, como el último día de octubre una promoción completa debió asistir a una salida a terreno. Durante ella se produjeron ciertos fenómenos dignos de analizar. Por esto, y sin ninguna intención, más que la de recordar algo que, lamentablemente para unos y por suerte para otros, no volverán a vivir; analizaré algunos pasajes de aquella odisea inolvidable.

Todo comenzó con un aviso en las clases anteriores del día y la hora de la salida. Para una sección la hora de partida del bus era a las 8:00. Esta fue la menos sonriente al llegar a la facultad y darse cuenta de que la salida estaba establecida (según un letrero que nadie vio) a las 8:30. No faltó el que preguntó ¿Y qué hago en media hora para no aburrirme?. Para su interrogante no faltaron las respuestas y propuestas, aunque ninguna le satisfizo. Otro reclamaba, entre bostezos, por los 30 minutos de sueño que le habían robado. Todo el desface fue por la "típica y comprobada impuntualidad del chileno", ya que si el bus saliera a la hora que se establece la llegada, la mitad de los alumnos se quedan abajo. Aunque no faltaron las "novias" que llegaron alegres y con toda calma a las 8:40, cuando el bus ya se iba.

Ya en el bus, no faltaba quien preguntara ¿cuánto demora el viaje? ¿A qué hora llegaremos? A lo que muchos especulaban diciendo En una hora, hora y media llegamos. La verdad es que nadie sabía que bastaba media hora de viaje para adentrarse en la rural localidad de Copiulemu, perteneciente a la comuna de Florida, yendo por el camino a Cabrero (para los que no saben).

A decir verdad, el jardín infantil era muy bonito. Con sólo una sala grande, en la que se podían apreciar varios "rincones", y con un patio impresionante por lo amplio y generoso en espacios para los juegos de los niños, le avisaba al visitante, una vez que estaba dentro de él, que estaba en pleno campo, ya que su folclórico nombre le decía a los niños quién los recibía cada día, el Jardín Infantil Manderschied, ...o ¿Springfield?...; bueno, para los niños era bastante familiar, como todas las palabras que ellos usan.

Como se dijo en clases, y según constaba en la guía, el objetivo de la visita era desarrollar la pauta de observación que la señora Sylvia elaboró con mucho trabajo para ser aplicada al momento de evaluar el espacio y su administración en el jardín infantil. Claro que faltó haber definido los indicadores con los cuales aplicar la pauta, ya que muchos no sabían cómo registrar si existía lo que decía en la pauta. Por ejemplo: "Se Observa", "A Medias", "No se Observa". Sobre el comentario final, que se exigía, obviamente, al final de la guía, no es necesario hacer un comentario.

La observación completa, incluidos el café y el pan amasado (que acusó a muchos que salieron sin desayuno), no duró más allá de las 10:45. A partir de entonces los alumnos quedaron a merced de los docentes guías, quienes no trepidaban en expresar su entusiasmo y admiración por la localidad, entusiasmo con el que se contagiaron muchas alumnas, que inclusive no mostraban interés alguno en regresar. Así nos vimos, cual reces en manada, caminando a una exposición de artesanías, en un lugar aledaño al jardín infantil Springfield. Y nos dieron las diez y las once... Ya era hora, de acuerdo con los rostros de quienes debieron observar con mucho cuidado los cacharritos de greda de Lo Ulloa y las coloridas obras de las bordadoras de Copiulemu. Esos rostros que preguntaban en silencio ¿Y a qué hora nos vamos? No faltó la Yuma que decía "¡Me quiero ir pa' mi casa!".

Pero las sorpresas no terminaban, las organizadoras, aunque fuera de programa (como la visita al "museo"), nos invitaban con renovado entusiasmo a visitar la iglesia del pueblo, una edificación típica de la zona, en la que no faltó la alumna que al parecer recibió el espíritu santo, y pensaba seriamente quedarse como misionera, lo que no se cansó de manifestarle a las agotadas profesoras que debieron escucharla durante todo el trayecto de regreso.

Sobre esto último, es imposible dejar de recordar las enseñanzas de los docentes, en currículum (ahora didáctica), que dicen que a la hora de planificar una actividad (como por ejemplo una salida a terreno), se deben considerar, a parte de los objetivos del profesor, los objetivos de los alumnos. Acaso no es en la praxis de los docentes en formación, en que se deben aplicar las teorías?.

Sólo queda una duda. ¿Hasta qué hora tienen clases los niños del jardín Meinelied? Aunque su presencia resultaba absolutamente prescindible para los propósitos de la visita, que eran verificar si se daban las condiciones óptimas de espacio, según la pauta de la señora pariente del rector.

De acuerdo a lo último, y considerando que el viaje no demoraba más de 30 minutos de ida (y de vuelta demoraba lo mismo), sería lamentable descubrir, entonces, que la visita podría haberse efectuado, perfectamente, durante las horas correspondientes a Taller IV, es decir, el mismo día pero a las 15:00 hrs. De tal manera que no se perdieran hasta dos clases, sin necesidad alguna.

Por suerte, y gracias a la inteligente decisión de una de las docentes a cargo, el regreso se adelantó media hora, suficiente para alcanzar una tercera clase que algunos pudieron haberse perdido.

Por último, y a pesar de todo, el jardín Manchester era casi ideal. El "casi" es porque quedaba más allá de Chuchunco City. Es como para ir a hacer las pasantías allá (o nó, María Pía?.
Como habrán visto, el paseo estuvo ...parejito.